Samuel Roebroek

ESQUIZOFRENIA

Esquizofrenia

Se trata de una enfermedad psiquiátrica caracterizada por la presencia de distorsiones de la percepción, del pensamiento y de las emociones, lo que lleva a las personas que la sufren a comportarse de manera inapropiada. Los síntomas más frecuentes son las alucinaciones y las ideas delirantes. Los pacientes que sufren este tipo de enfermedad no suelen ser conscientes de que tienen un problema mental, lo que retrasa muchas veces el inicio del tratamiento, que resulta ser fundamental para la mejoría del trastorno.

TRASTORNO DEL HUMOR/AFECTIVIDAD

Trastornos del humor o de la afectividad

Se trata de todos los trastornos del estado de ánimo, dentro de los cuales se incluyen la depresión y el trastorno bipolar. 

DEPRESIÓN

Depresión

Depresión

Los enfermos depresivos sufren un estado de ánimo persistentemente deprimido, pierden la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas, con una disminución de su vitalidad y energía, lo que les lleva a reducir también su nivel de actividad con un cansancio exagerado. Muchas personas depresivas se quejan también de falta de atención y concentración, sentimientos de inferioridad con pérdida de confianza en sí mismos, sensación de desesperanza, trastornos del sueño, alteraciones del apetito y pérdida de la líbido, entre otros. Los episodios graves pueden llegar a cursar con ideas delirantes y alucinaciones. Si los episodios depresivos se repiten una y otra vez a lo largo de la vida, estaremos ante un trastorno depresivo recurrente. 

TRASTORNO BIPOLAR

Trastorno bipolar

Se trata de un trastorno caracterizado por un estado de ánimo fluctuante, pasando por fases depresivas y fases maníacas o hipomaníacas. En los episodios maníacos el estado de ánimo se encuentra exaltado, mostrando estas personas una alegría y un optimismo patológicos que no se adecuan a la realidad, con un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad exagerados. El nivel de excitación es prácticamente incontrolable, lo que ocasiona también momentos de irritabilidad y agresividad, con una pérdida de la inhibición social normal, un excesivo vigor sexual y una diminución de la necesidad de sueño.

Suelen ser personas que se estiman a sí mismas de forma desmesurada, con ideas de grandeza que pueden llegar a ser delirantes. En las formas más graves, los maníacos pueden llegar a presentar alucinaciones. Los episodios hipomaníacos se caracterizan también por un nivel de exaltación del ánimo elevado, pero sin llegar a la gravedad de un episodio maníaco. En la hipomanía, la intensidad no llega a ser suficiente como para interferir con la actividad laboral o provocar rechazo social. Los episodios depresivos que se intercalan entre las fases maníacas o hipomaníacas suelen ser especialmente graves, lo que aumenta el riesgo de suicidio de forma significativa. 

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

Trastornos de la personalidad

La personalidad se define como la suma del conjunto de características mentales y comportamentales de cada uno de nosotros, lo que nos distingue de los demás y nos hace únicos. La personalidad engloba aspectos que tienen que ver con nuestra percepción del entorno, el pensamiento, las emociones, nuestros deseos, motivaciones y la forma que tenemos de interaccionar con los demás. Todas estas características nos definen como individuos, desarrollándose y afianzándose éstas en nuestra infancia y juventud. Las personas que presentan trastornos de la personalidad suelen presentar formas de comportamiento y de ver el mundo desviadas de la normalidad, extremas, fijas o poco flexibles, lo que les suele causar problemas a la hora de adaptarse a nuevas situaciones y a la hora de relacionarse consigo mismo o con los demás. Son trastornos que generan mucho sufrimiento. Precisamente por eso, suelen coexistir con otro tipo de enfermedades como la depresión y la ansiedad. También se asocian al consumo de sustancias nocivas. 

TRASTORNOS DE LA ANSIEDAD

Angststörungen

Angst ist das Hauptsymptom dieser Störungen. Angst ist nicht an eine bestimmte Umweltsituation gebunden. Von phobischen Angststörungen spricht man, wenn die Angst nur und ausschließlich in bestimmten, genau definierten Situationen aktiviert wird (Platzangst, soziale Phobie, Zoophobie, Klaustrophobie usw.). Zu den Angststörungen gehören: Panikstörung und generalisierte Angststörung.

TRASTORNO DE PÁNICO

Trastorno de pánico

Las personas afectadas presentan crisis de ansiedad grave de forma repetida e imprevisible, generalmente con palpitaciones, sensación de falta de aire, mareos y sensación de irrealidad. Estas personas suelen presentar un gran temor a perder el control, a enloquecer o morirse.

TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA

Trastornos de ansiedad generalizada

Cuando una persona se ve afectada por este tipo de trastorno, se suele ver abrumada por las preocupaciones y los miedos de forma constante, centrando su atención en el futuro, teniendo la sensación de que le podría pasar algo malo a él o a sus seres queridos en cualquier momento, con una sensación de nerviosismo flotante permanente.

TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Trastorno por estrés postraumático

Este trastorno aparece como respuesta a la vivencia de acontecimientos de naturaleza traumática o especialmente amenazante. Las personas con un TEPT refieren episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma, evitan actividades y situaciones que les recuerden al trauma, se encuentran hipervigilantes y presentan problemas emocionales, así como problemas a la hora de dormir, con pesadillas frecuentes. 

TRASTORNOS ADAPTATIVOS

Trastornos adaptativos

Se trata de estados mentales de malestar subjetivos que cursan con síntomas variados y poco específicos que generalmente interfieren en la vida social de la persona, principalmente como respuesta a un cambio biográfico significativo o a una situación vital estresante (divorcio, experiencias de duelo tras la muerte de un ser querido, perder un trabajo, jubilarse, etc), sin llegar a ser acontecimientos tan graves como en el caso del trastorno por estrés postraumático.

REACCIÓN A ESTRÉS AGUDO

Reacción a estrés agudo

Se trata de un trastorno limitado en el tiempo (desaparece tras varios días) que aparece en personas sanas como respuesta inmediata a un estrés físico o psicológico de carácter excepcional. Los síntomas pueden ser muy variados, con episodios de agitación, siendo muy característico también un estado inicial de “embotellamiento” con desorientación, estrechamiento de la atención y reducción del campo de la concentración. A raíz de este trastorno es posible desarrollar un TEPT, una depresión, un trastorno de ansiedad o un trastorno disociativo. 

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

Trastorno obsesivo-compulsivo

Este trastorno se caracteriza por la presencia repetitiva de pensamientos obsesivos o actos compulsivos que limitan la vida de la personas que los sufren. Tanto los pensamientos como los rituales compulsivos son rechazados por la persona que los sufre, que ni los desea ni se identifica con ellos, viéndolos como inapropiados y absurdos. A pesar de ello, los pensamientos obsesivos y los actos compulsivos aparecen de forma recurrente. Estas personas tratan de combatir constantemente sus conductas y pensamientos obsesivos sin éxito, lo que les genera una gran ansiedad. 

TRASTORNOS DISOCIASTIVOS

Trastornos disociativos (de conversión)

Las personas afectadas por este tipo de trastornos presentan un rasgo común muy característico: una pérdida parcial o completa de recuerdos o eventos del pasado, de la conciencia de la propia identidad (trastornos de trance y de posesión) e incluso una pérdida del control de los movimientos (parálisis de miembros inferiores, con imposibilidad para caminar) o de determinadas funciones sensoriales (pérdida de sensibilidad en un brazo o pérdida de la visión, por ejemplo), sin que existan pruebas médicas diagnósticas que revelen la existencia de ninguna enfermedad física o trastorno neurológico. Los síntomas suelen aparecer de forma súbita en estrecha relación con una situación de elevado estrés psicológico. 

TRASTORNOS SOMATOMORFOS

Trastornos somatomorfos

La característica principal de estos trastornos es la presencia reiterada de síntomas físicos. Las personas que sufren este tipo de trastornos demandan persistentemente exploraciones clínicas por parte de todo tipo de especialistas médicos. A pesar de que los síntomas no tienen una justificación física clara que explique la naturaleza e intensidad de dichos síntomas, obteniendo incluso repetidos resultados negativos en las exploraciones médicas, los pacientes siguen sufriendo mucho tanto física como mentalmente, lo que les termina limitando en su funcionamiento diario. 

ABUSO DE SUSTANCIAS

Abuso de sustancias (benzodiazepinas, alcohol, cannabis y cocaína)

El consumo excesivo y repetido de sustancias como las benzodiazepinas, el alcohol, el cannabis o la cocaína pueden afectar a la salud psicológica (ansiedad, depresión, psicosis) y física de las personas que abusan de estas sustancias. El síndrome de dependencia y el temido síndrome de abstinencia (aparición de convulsiones, delirium), son algunas de las complicaciones asociadas al consumo de sustancias psicotrópicas. Si el enfermo termina por desarrollar una dependencia grave, para dejar de tomar la sustancia suele ser necesario un ingreso hospitalario en un entorno controlado.

DEMENCIA

Demencias en fases iniciales

La demencia es una enfermedad del cerebro de naturaleza crónica en la que hay un deterioro progresivo de múltiples funciones cerebrales, entre ellas la memoria, la orientación, la capacidad de comprensión y aprendizaje, el pensamiento, el lenguaje y el juicio. Las personas con demencia suelen presentar problemas de comportamiento y emocionales que pueden ser tratados desde un punto de vista psiquiátrico. Existen varios tipos de demencia, entre los que destacan la demencia por la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy y la demencia fronto-temporal. 

TRASTORNOS DEL SUEÑO

Trastorno del sueño

En numerosas ocasiones una alteración del sueño es un síntoma de otro trastorno mental o físico.  Por eso es importante determinar primero si el trastorno del sueño es consecuencia de otro problema que necesita ser tratado previamente. En cualquier caso, cuando la queja principal de un enfermo sea un trastorno del sueño (insomnio, sonambulismo, pesadillas), existen estrategias psicológicas que pueden ayudar a la persona afectada.

TDAH

Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Se trata de un trastorno del neurodesarrollo de comienzo precoz, que se caracteriza por una marcada falta de atención, hiperactividad y elevada impulsividad. Se trata de un trastorno con un componente hereditario importante, lo que hace que se origine en la infancia, permaneciendo activo durante toda la vida del individuo afectado. Tras la realización de un estudio completo, una vez diagnosticado, existen diferentes intervenciones psicológicas y tratamientos farmacológicos muy específicos capaces de paliar los síntomas y problemas derivados del trastorno.

Esquizofrenia

Se trata de una enfermedad psiquiátrica caracterizada por la presencia de distorsiones de la percepción, del pensamiento y de las emociones, lo que lleva a las personas que la sufren a comportarse de manera inapropiada. Los síntomas más frecuentes son las alucinaciones y las ideas delirantes. Los pacientes que sufren este tipo de enfermedad no suelen ser conscientes de que tienen un problema mental, lo que retrasa muchas veces el inicio del tratamiento, que resulta ser fundamental para la mejoría del trastorno.

Trastornos del humor o de la afectividad

Se trata de todos los trastornos del estado de ánimo, dentro de los cuales se incluyen la depresión y el trastorno bipolar. 

Depresión

Depresión

Los enfermos depresivos sufren un estado de ánimo persistentemente deprimido, pierden la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas, con una disminución de su vitalidad y energía, lo que les lleva a reducir también su nivel de actividad con un cansancio exagerado. Muchas personas depresivas se quejan también de falta de atención y concentración, sentimientos de inferioridad con pérdida de confianza en sí mismos, sensación de desesperanza, trastornos del sueño, alteraciones del apetito y pérdida de la líbido, entre otros. Los episodios graves pueden llegar a cursar con ideas delirantes y alucinaciones. Si los episodios depresivos se repiten una y otra vez a lo largo de la vida, estaremos ante un trastorno depresivo recurrente. 

Trastorno bipolar

Se trata de un trastorno caracterizado por un estado de ánimo fluctuante, pasando por fases depresivas y fases maníacas o hipomaníacas. En los episodios maníacos el estado de ánimo se encuentra exaltado, mostrando estas personas una alegría y un optimismo patológicos que no se adecuan a la realidad, con un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad exagerados. El nivel de excitación es prácticamente incontrolable, lo que ocasiona también momentos de irritabilidad y agresividad, con una pérdida de la inhibición social normal, un excesivo vigor sexual y una diminución de la necesidad de sueño.

Suelen ser personas que se estiman a sí mismas de forma desmesurada, con ideas de grandeza que pueden llegar a ser delirantes. En las formas más graves, los maníacos pueden llegar a presentar alucinaciones. Los episodios hipomaníacos se caracterizan también por un nivel de exaltación del ánimo elevado, pero sin llegar a la gravedad de un episodio maníaco. En la hipomanía, la intensidad no llega a ser suficiente como para interferir con la actividad laboral o provocar rechazo social. Los episodios depresivos que se intercalan entre las fases maníacas o hipomaníacas suelen ser especialmente graves, lo que aumenta el riesgo de suicidio de forma significativa. 

Trastornos de la personalidad

La personalidad se define como la suma del conjunto de características mentales y comportamentales de cada uno de nosotros, lo que nos distingue de los demás y nos hace únicos. La personalidad engloba aspectos que tienen que ver con nuestra percepción del entorno, el pensamiento, las emociones, nuestros deseos, motivaciones y la forma que tenemos de interaccionar con los demás. Todas estas características nos definen como individuos, desarrollándose y afianzándose éstas en nuestra infancia y juventud. Las personas que presentan trastornos de la personalidad suelen presentar formas de comportamiento y de ver el mundo desviadas de la normalidad, extremas, fijas o poco flexibles, lo que les suele causar problemas a la hora de adaptarse a nuevas situaciones y a la hora de relacionarse consigo mismo o con los demás. Son trastornos que generan mucho sufrimiento. Precisamente por eso, suelen coexistir con otro tipo de enfermedades como la depresión y la ansiedad. También se asocian al consumo de sustancias nocivas. 

Trastornos de ansiedad

Estos trastornos presentan como síntoma central la ansiedad. La ansiedad no se relaciona con una situación ambiental específica. Si la ansiedad se activa única y exclusivamente en ciertas situaciones bien definidas hablamos de trastornos de ansiedad fóbica (agorafobia, fobia social, zoofobias, claustrofobia, etc.). Dentro de los trastornos de ansiedad tenemos: el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad generalizada. 

Trastorno de pánico

Las personas afectadas presentan crisis de ansiedad grave de forma repetida e imprevisible, generalmente con palpitaciones, sensación de falta de aire, mareos y sensación de irrealidad. Estas personas suelen presentar un gran temor a perder el control, a enloquecer o morirse.

Trastornos de ansiedad generalizada

Cuando una persona se ve afectada por este tipo de trastorno, se suele ver abrumada por las preocupaciones y los miedos de forma constante, centrando su atención en el futuro, teniendo la sensación de que le podría pasar algo malo a él o a sus seres queridos en cualquier momento, con una sensación de nerviosismo flotante permanente.

Trastorno por estrés postraumático

Este trastorno aparece como respuesta a la vivencia de acontecimientos de naturaleza traumática o especialmente amenazante. Las personas con un TEPT refieren episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma, evitan actividades y situaciones que les recuerden al trauma, se encuentran hipervigilantes y presentan problemas emocionales, así como problemas a la hora de dormir, con pesadillas frecuentes. 

Trastornos adaptativos

Se trata de estados mentales de malestar subjetivos que cursan con síntomas variados y poco específicos que generalmente interfieren en la vida social de la persona, principalmente como respuesta a un cambio biográfico significativo o a una situación vital estresante (divorcio, experiencias de duelo tras la muerte de un ser querido, perder un trabajo, jubilarse, etc), sin llegar a ser acontecimientos tan graves como en el caso del trastorno por estrés postraumático.

Reacción a estrés agudo

Se trata de un trastorno limitado en el tiempo (desaparece tras varios días) que aparece en personas sanas como respuesta inmediata a un estrés físico o psicológico de carácter excepcional. Los síntomas pueden ser muy variados, con episodios de agitación, siendo muy característico también un estado inicial de “embotellamiento” con desorientación, estrechamiento de la atención y reducción del campo de la concentración. A raíz de este trastorno es posible desarrollar un TEPT, una depresión, un trastorno de ansiedad o un trastorno disociativo. 

Trastorno obsesivo-compulsivo

Este trastorno se caracteriza por la presencia repetitiva de pensamientos obsesivos o actos compulsivos que limitan la vida de la personas que los sufren. Tanto los pensamientos como los rituales compulsivos son rechazados por la persona que los sufre, que ni los desea ni se identifica con ellos, viéndolos como inapropiados y absurdos. A pesar de ello, los pensamientos obsesivos y los actos compulsivos aparecen de forma recurrente. Estas personas tratan de combatir constantemente sus conductas y pensamientos obsesivos sin éxito, lo que les genera una gran ansiedad. 

Trastornos disociativos (de conversión)

Las personas afectadas por este tipo de trastornos presentan un rasgo común muy característico: una pérdida parcial o completa de recuerdos o eventos del pasado, de la conciencia de la propia identidad (trastornos de trance y de posesión) e incluso una pérdida del control de los movimientos (parálisis de miembros inferiores, con imposibilidad para caminar) o de determinadas funciones sensoriales (pérdida de sensibilidad en un brazo o pérdida de la visión, por ejemplo), sin que existan pruebas médicas diagnósticas que revelen la existencia de ninguna enfermedad física o trastorno neurológico. Los síntomas suelen aparecer de forma súbita en estrecha relación con una situación de elevado estrés psicológico. 

Trastornos somatomorfos

La característica principal de estos trastornos es la presencia reiterada de síntomas físicos. Las personas que sufren este tipo de trastornos demandan persistentemente exploraciones clínicas por parte de todo tipo de especialistas médicos. A pesar de que los síntomas no tienen una justificación física clara que explique la naturaleza e intensidad de dichos síntomas, obteniendo incluso repetidos resultados negativos en las exploraciones médicas, los pacientes siguen sufriendo mucho tanto física como mentalmente, lo que les termina limitando en su funcionamiento diario. 

Abuso de sustancias (benzodiazepinas, alcohol, cannabis y cocaína)

El consumo excesivo y repetido de sustancias como las benzodiazepinas, el alcohol, el cannabis o la cocaína pueden afectar a la salud psicológica (ansiedad, depresión, psicosis) y física de las personas que abusan de estas sustancias. El síndrome de dependencia y el temido síndrome de abstinencia (aparición de convulsiones, delirium), son algunas de las complicaciones asociadas al consumo de sustancias psicotrópicas. Si el enfermo termina por desarrollar una dependencia grave, para dejar de tomar la sustancia suele ser necesario un ingreso hospitalario en un entorno controlado.

Demencias en fases iniciales

La demencia es una enfermedad del cerebro de naturaleza crónica en la que hay un deterioro progresivo de múltiples funciones cerebrales, entre ellas la memoria, la orientación, la capacidad de comprensión y aprendizaje, el pensamiento, el lenguaje y el juicio. Las personas con demencia suelen presentar problemas de comportamiento y emocionales que pueden ser tratados desde un punto de vista psiquiátrico. Existen varios tipos de demencia, entre los que destacan la demencia por la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy y la demencia fronto-temporal. 

Trastorno del sueño

En numerosas ocasiones una alteración del sueño es un síntoma de otro trastorno mental o físico.  Por eso es importante determinar primero si el trastorno del sueño es consecuencia de otro problema que necesita ser tratado previamente. En cualquier caso, cuando la queja principal de un enfermo sea un trastorno del sueño (insomnio, sonambulismo, pesadillas), existen estrategias psicológicas que pueden ayudar a la persona afectada.

Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Se trata de un trastorno del neurodesarrollo de comienzo precoz, que se caracteriza por una marcada falta de atención, hiperactividad y elevada impulsividad. Se trata de un trastorno con un componente hereditario importante, lo que hace que se origine en la infancia, permaneciendo activo durante toda la vida del individuo afectado. Tras la realización de un estudio completo, una vez diagnosticado, existen diferentes intervenciones psicológicas y tratamientos farmacológicos muy específicos capaces de paliar los síntomas y problemas derivados del trastorno.